Hace tiempo que discurro sobre un tema y no se aun como ahondar en el.Se ha vuelto una moda casi obligatoria o involuntaria hablar de este asunto, en cualquier lugar a cualquier hora, en países desarrollados y tercermundistas, en el colectivo, en la gran empresa, ingenieros, albañiles, tu madre o la mía, tu abuela o la de la vecina, etc. han dado su punto de vista y criticado tal o cual cosa llegando al mismo lugar. Ninguno.
El argumento al cual aquí he de referir es sobre la “salud” de nuestro planeta, nuestro hogar.
Hago hincapié en la palabra “salud” porque a final de cuentas la “Tierra” es un ser vivo como tú, como yo. O acaso es que ignoramos eso?
El planeta tierra es inmenso, lleno de excentricidades y de paisajes que el hombre de ningún modo podría crear, colores tan verdes y tan blancos que nos obsequia en diferentes lugares que ni el mejor pintor podría igualar, nos ha cobijado y nos ha dado los climas necesarios para nuestra conservación y proliferación desde hace miles de años, cosa que hemos aprovechado de sobrada manera.
Es único en su barrio, así como nuestra ralea, pero claro que nuestro pequeño planeta azul es menos perjudicial para el entorno de lo que lo somos nosotros.
El humano ha creado y ha destruido a su antojo, hemos orillado a otras especies habitantes a su declive total. Y de todo esto muy conscientes estamos. Se trata de una clase de pensamiento psicópata en masa. Para infortunio de los animales que cohabitan en este lugar la cosa va para largo y no se ve donde pueda parar.
La pretensión del animal bípedo extiende sus fronteras y no solo acaba con la vida salvaje sino que también altera paisajes y se apodera de muchos otros. Claramente el hábitat que se ha creado el supuesto “homo sapiens” es únicamente modificado a sus intereses y necesidades.
Aquí desde la bacteria hasta el animal, insecto o planta tienen un fin: Servir a la naturaleza. El homínido subnormal simplemente se sirve de ella.
Pero como bien hemos aprendido en el mundo repugnante de riquezas absurdas que se ha inventado el hombre sabemos que “todo tiene su precio”.
Aunque hoy veamos que existen miles de campañas para tratar de “arreglar” o “mejorar” ese daño irreparable que hemos hecho aquí, ya de nada servirá.
Y no es por esta causa que nuestro magnifico planeta cambiará drásticamente su climatología, pero por supuesto que no, ni siquiera aquí las acciones negativas del hombre son relevantes. Como todo lo que este hace.
La tierra jamás se dejaría vencer por tan fútil aberración.
El planeta como todos sabemos tiene sus ciclos, similar a cualquier otro ser viviente, pero siendo este tan grande y longevo sus fases son por cada cien años o cada miles o cientos de miles.
Hoy por hoy estamos mas que enterados de que poco falta para entrar a uno de los mas hostiles periodos de la tierra, sino es que desde hace unos años lo estamos cruzando, quizá llevemos menos de la mitad recorrido.
Mas esto no debe resultar fatalista, es algo tan normal, como el ciclo menstrual en la fémina, es algo creado para el bien y la evolución de la vida misma. Quizá sea igual de dolorosa.
Especies se extinguen por mano propia de la naturaleza no por algún ente supuestamente superior.
Todo aquello que el hombre ha creado será devastado en su totalidad. Como de igual forma fueron arrancados desde sus raíces tantos árboles y arrasados tantos ecosistemas.
La naturaleza y el planeta mismo nos concederán la verdadera
“Solución Final”.
